miércoles, 15 de octubre de 2014

El estilo del liderazgo femenino - Miren Larrazabal Murillo




Madrid, 16 may (efesalud.com). La psicóloga Miren Larrazabal Murillo nos hace un hueco en su apretada agenda diaria con el objetivo de reflexionar en este vídeoblog sobre "la capacidad de la mujer para liderar su propia vida, su entorno social, la dirección de las empresas y la toma de decisiones políticas" con la incorporación de valores humanos como la intuición, la escucha, la empatía o la inteligencia emocional.

"Creemos que los grandes cambios o el propio desarrollo personal están determinados por factores externos y eso explicaría por qué nos apuntamos a cursos para aprender técnicas de comunicación pública, métodos para mejorar el carisma o destrezas para influir en nuestro ámbito social y laboral -expone-. Pero nos olvidamos de que el crecimiento individual tiene que ser desde nuestro interior. el equilibrio va de dentro hacia fuera".

Y para la psicóloga del Instituto Kaplan nada ejemplifica mejor este modelo de comportamiento que el liderazgo femenino, ya que "muchas veces hemos tenido que romper arquetipos para asumir que las mujeres podemos ejercer un liderazgo sumamente eficaz y aportar valor añadido en los centros del poder donde se toman decisiones de importancia".

Lo que suele ocurrir, a su juicio, es que "muchas mujeres no creen en el poder interior que poseen para dirigir, crear o influir en la sociedad, a diferencia de los hombres". 

Miren Larrazabal considera, en función de esta desconfianza, que la mujer se marca "objetivos mediocres" y se queda en esa etapa, que es la esfera del liderazgo de la mediocridad.

"No es que seamos mediocres, es que actuamos de manera mediocre, porque nuestro sistema de creencias y pensamientos determinan claramente nuestro comportamiento. Así vemos el mundo, así creemos en nosotras mismas; de esa manera nos sentimos y de esa manera actuamos" valora.

Pero Hay muchas mujeres que se han arriesgado; que han innovado; incluso que han asumido la capacidad del liderazgo "aceptando las posibles equivocaciones y los errores".

¿Qué ocurre, entonces, con estas mujeres cuando ejercen el liderazgo?... que se ven obligadas a salvar obstáculos que muchos hombres no tienen que afrontar.

"Muchas personas, hombres y mujeres, no quieren ser dirigidos por mujeres. Cuando trabajo en el ámbito de las empresas me transmiten, tanto hombres como mujeres, que no les gusta que su jefe, su líder o la persona que gestiona el equipo sea una mujer. Y yo me pregunto... ¿Y por qué se sustenta el mito de que las mujeres somos inferiores o tenemos menos capacidad o tenemos menos poder para ejercer el liderazgo?

La psicóloga ofrece como respuesta un abanico de nombres para rebatir a quienes así piensan y actúan. "Hay buenas líderes mujeres de la misma forma que hay buenos líderes hombres, al igual que la mediocridad se da en ambos tipos de liderazgo", señala.

Qué duda cabe que otro obstáculo es el hombre líder que no quiere que la mujer participe en determinadas áreas del poder. "tal vez se sienten inseguros cuando las mujeres estamos ahí, en el centro del poder. Tienen miedo a perder lo que consideran su parcela de autoridad", apunta.

Pero sin duda, el gran obstáculo que debe traspasar la mujer está en ellas mismas. "Dudamos de nuestra propia capacidad de dirigir y de nuestra capacidad de asumir el poder", dice. 

"Una mujer, al igual que un hombre, puede ejercer la misma dosis de poder y la misma capacidad de influencia o creativa a la hora de tomar decisiones", reafirma.

En la sociedad actual se habla del estilo de liderazgo femenino y del estilo de liderazgo masculino, aunque lo mejor que pueden hacer mujer y hombre es "incluir las virtudes de cada prototipo para crear un nuevo modelo de liderazgo más compacto y eficaz", opina.

"En el siglo XXI hombres y mujeres debemos caminar juntos para gestionar, decidir, crear y liderar el presente y el futuro", concluye Miren Larrazabal.

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