martes, 11 de diciembre de 2012

La lección de los arboles de John Maxwell


Lecciones en el liderazgo están por todos lados para los que saben cómo reconocerlas. He observado unos motivos poderosos de los árboles que me rodean para guiar a un equipo al éxito. Hace unos años, una región del sureste de los E.U.A., incluyendo la ciudad de Atlanta en donde radico, sufrió un invierno más difícil de lo normal. Después de varios centímetros de nieve húmeda y pesada que habían caído, los árboles de pino me hicieron una buena parábola de la necesidad de tener trabajo en equipo.

Allí, junto a la carretera, vi que donde estaban los pinos nuevos pero grandes, aunque sus ramas estuvieron dobladas con la nieve, los troncos y ramas estaban recostándose unos sobre los otros, lo cual les proveía el soporte que necesitaban. Cuando se derritió la nieve, los árboles que tenían el apoyo de otros árboles cercanos reasumieron su forma natural. Sin embargo, donde estaban árboles solitarios, el peso de la nieve tuvo otro efecto. Las ramas se doblaron hasta romperse. De vez en cuando, aún el tronco se quebró. De otra manera lo que hubiera sido un árbol saludable, fue tirado al suelo.

En la costa del oeste, donde vivía antes, otro tipo de árbol me proveía una lección profunda. Los árboles gigantes de “redwood” solo logran su gran tamaño dentro de bosques de redwood. El sistema de raíces de estos grandes árboles no se mete muy profundo, relativamente. Plantado solo, es común que se caigan con vientos fuertes. Pero, dentro de un bosque de redwood, sus raíces se enredan de tal manera, uno con el próximo, que pueden enfrentar vientos de huracanes sin caer.

Líderes solitarios fallarán estando a solas. El modelo de colaboración en el liderazgo cuesta mas trabajo, pero da resultados más grandes. Requiere más tiempo, pero provee la posibilidad de un éxito más grande. El dicho, “Ninguno es tan listo como todos”, es probado cuando el fracaso de un líder es el resultado directo de no consultar a otros en su equipo.

Planificar juntos. Esto permite que compartas la victoria con tu equipo, y permite que el equipo esté involucrado contigo al enfrentarse contra la derrota posible.
Preparar juntos. Recibiendo consejo de los miembros del equipo no sólo mejora las probabilidades de ganar, también prepara a los demás para el liderazgo. Cuando los líderes y líderes en potencia trabajan unidos, aprenden los unos de los otros nuevas maneras de procesar información y planificar estratégicamente.
Celebrar juntos. Nunca pase por alto una oportunidad de celebrar. Uno de los errores comunes que observo en los líderes alrededor del país es que cuando por fin logran una meta digna, inmediatamente fijan otras metas sin tomar el tiempo necesario para celebrar la victoria lograda. ¡Celébrala! No para tu beneficio, sino para el beneficio de todos los demás quienes invirtieron tanto para convertirla en una realidad. Y si no siempre alcanzan la victoria, ¡celebra el hecho de que pudiese haber salido peor!
Analizarlo juntos. Después de cada victoria o derrota, programa una reunión breve para recibir de cada participante su opinión de lo sucedido – y cómo hubiera sido mejor. Entenderás la situación de varios puntos de vista, y percibirás cuáles miembros de tu equipo están mejorando su habilidad de tratar con la victoria y la derrota.
Cuando aplicas la lección de los árboles, ¡saldrás ileso de las tormentas de la vida!

Extracto del libro “Liderazgo Excitante”

Por John C. Maxwell

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