Una patología que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) representa la segunda causa de muerte y la primera de discapacidad entre los adultos a nivel global.
“Según datos estadísticos del registro RENACER, realizado por la Sociedad Neurológica Argentina, la incidencia del ACV en nuestro país es aproximadamente de 270 casos por cada 100.000 habitantes. En Argentina, cada cuatro minutos una persona sufre un ataque cerebral, es decir entre 130.000 y 140.000 personas por año”, detalla a Neomundo.com.ar la especialista Alejandra Amengual, neuróloga del Servicio de Neurología Cognitiva del FLENI así como cofundadora y neuróloga de Humana.mente, un espacio multidisciplinario dedicado a la prevención, rehabilitación y estimulación cognitiva. La experta advierte que el peligro de sufrir un ACV aumenta con la edad, pero puede surgir en personas jóvenes con factores de riesgo. “No hay una tendencia concreta a que esté aumentando la incidencia en pacientes jóvenes, pero sí es cierto que últimamente hubo muchos casos que revistieron notoriedad y alertaron respecto a este hecho”, explica.
LOS FACTORES DE RIESGO
Los factores de riesgo para el ACV se dividen en controlables o no controlables.
La hipertensión arterial es el factor de riesgo controlable más frecuente hoy en día ya que está presente en el 80% de las personas que desarrollan esta patología. “La estadística dada por estudios clínicos asegura que uno de cada tres hipertensos de grado severo puede tener un ACV en los próximos cinco años si no es tratado adecuadamente”, recalca Amengual.
En Argentina, el 22% de las personas que sufren un ACV son diabéticos, por lo cual el control de esta enfermedad es muy importante.
El colesterol elevado es peligroso porque puede tapar las arterias que irrigan al cerebro.
El abuso de alcohol, tabaco y drogas ilícitas también puede conducir a un ACV.
Otros factores de riesgo que se pueden modificar son la obesidad y la falta de actividad física. Amengual explica que entre los factores de riesgo no controlables se cuentan la edad, ya que a partir de los 55 años aumenta el peligro; el género, dado que los hombres son más propensos a tener un ACV; la herencia, ya que se detecta una tendencia familiar; los antecedentes personales, pues las personas que ya tuvieron un ACV presentan un peligro elevado de desarrollar otro ACV; y algunas arritmias y cardiopatías.
LA PREVENCIÓN La experta ofreció una serie de consejos destinados a evitar el desarrollo de un accidente cerebrovascular:
* Controles médicos regulares
* Estricto control de la presión arterial
* Abandono total del cigarrillo
* Optimización y seguimiento médico de la dieta
* Ejercicio físico bajo supervisión médica
* Control estricto de la diabetes
* Control y tratamiento de las enfermedades del corazón
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