“Ten cuidado con tus pensamientos; que se volverán palabra.
Ten cuidado con tus palabras; que se volverán actos.
Ten cuidado con tus actos; que se volverán costumbres.
Cuidado con tus costumbres; que será tu carácter.
Cuida tu carácter, que será tu destino, será tu vida….”
LA VIDA ES UN JARDIN
Lo que siembres en ella, eso te devolverá. Así que elige
semillas buenas, riégalas y con seguridad tendrás las flores más hermosas.
Cada acto, palabra, sonrisa o mirada, es una simiente.
Procura, entonces, que caiga tu simiente en el surco abierto
del corazón de los hombres y vigila su futuro.
Procura, además, que sea como el trigo que da pan a los
pueblos,
y no produce espinas y cizaña que dejan estériles las almas.
Muchas veces sembrarás en el dolor, pero esa siembra traerá
frutos de gozo.
A menudo sembrarás llorando, pero, ¿quién sabe si tu
simiente no necesita del riego de tus lágrimas para que germine?
No tomes las tormentas como castigos. Piensa que los vientos
fuertes harán que tus raíces se hagan más profundas, para que tu rosal resista
mejor lo que habrá de venir.
Y, cuando tus hojas caigan, no te lamentes; serán tu propio
abono, reverdecerás y tendrás flores nuevas.
Cada acto, cada palabra, cada sonrisa, cada mirada es una
simiente. Procura hacer siempre: “una siembra de amor”
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