Día Mundial de la lucha contra el Cáncer de Cuello Uterino.
Especialistas recuerdan la importancia de la realización de la prueba de
detección del Virus de Papiloma Humano (VPH) y la citología, como un dúo de
exámenes determinantes en el diagnóstico oportuno de esta patología.
El cáncer de cuello uterino es considerado como un
importante problema de salud pública en todo el mundo, siendo el segundo cáncer
más frecuente entre las mujeres.
El VPH es considerado uno de los factores de riesgos más
preponderante en el desarrollo de cáncer de cuello uterino, de allí la
importancia de tomar medidas contundentes para su prevención.
Se trata de una enfermedad de transmisión sexual muy común,
de la cual se conocen más de 100 tipos virales, 13 son considerados de alto
riesgo para el desarrollo de cáncer, la mayoría de las veces no causan ningún
síntoma, algunos tipos manifiestan verrugas, mientras que otros generan
infecciones.
Todas las mujeres, particularmente entre los 25 y 64 años de
edad, se deben realizar un chequeo anual, para descartar o diagnosticar de
forma oportuna esta patología. Se trata de un examen sencillo y lo ideal es
realizarlo una vez al año.
Entre las principales factores de riesgo del cáncer de
cuello uterino se encuentran: infección por Virus del Papiloma Humano (VPH),
inicio precoz de las relaciones sexuales, la promiscuidad, los partos a
temprana edad, el consumo de cigarrillos y la ausencia de examen citológico
periódico.
El cáncer de cuello de útero afecta principalmente a las
mujeres mayores de 35 años, una manera simple y eficaz de prevenirlo es
mediante de la realización del Papanicolaou (PAP). Es un examen sencillo, que
no produce dolor y dura sólo unos minutos.
El Pap se realiza en los centros de salud y hospitales de
todo el país. ES GRATUITO.
Es importante ir a retirar los resultados del PAP. ES UN
DERECHO.
En Argentina, es el segundo cáncer más diagnosticado en
mujeres. Se estima que cada año se diagnostican alrededor de 3.000 casos nuevos
y mueren aproximadamente 1.800 mujeres a causa de la enfermedad, a pesar de que
la enfermedad puede prevenirse con una técnica sencilla como el Papanicolaou.
El Programa Nacional de Prevención de Cáncer Cérvico-uterino
se relanza en junio del año 2008, y se propone reducir la incidencia y
mortalidad por cáncer de cuello de útero a través de la implementación de
estrategias para lograr la alta cobertura de la población objetivo, la alta
calidad del test de tamizaje, y el adecuado seguimiento y tratamiento de las
lesiones precancerosas y cáncer.
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