domingo, 3 de septiembre de 2017

El 3 de septiembre se conmemoró el Día Mundial de la Higiene

La aparición del virus de la gripe A H1N1 obligó a tomar una serie de medidas de prevención muchas veces olvidadas entre ellas, el lavado de manos, que con agua y jabón o con alcohol en gel, se convirtió en una práctica habitual y ayudó a evitar una mayor propagación de la enfermedad.



En el Día Mundial de la Higiene, los especialistas recomendaron convertir en hábito esta práctica tan sencilla. Se trata de una de las maneras más eficaces y económicas de prevenir enfermedades como, influenzas, hepatitis, neumonías, Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) e infecciones de la piel, entre otras.
Según datos de UNICEF, lavarse las manos con agua y jabón puede reducir la incidencia de infecciones respiratorias en un 23 por ciento, como la neumonía, que es la primera causa de muerte de niños menores de cinco años y que mata cada año a 1,8 millones de chicos.
Por otro lado, más de 5.000 niños y niñas menores de cinco años mueren diariamente en el mundo como resultado de las enfermedades diarreicas, debidas en parte al agua contaminada, a la carencia de instalaciones de saneamiento básico y a prácticas higiénicas deficientes.
Por otro lado, la higiene de los alimentos es otro de los puntos a tener en cuenta. Las frutas y verduras crudas deben lavarse cuidadosamente con agua potable, y se debe lavar las manos antes y después de lavar las verduras y frutas para evitar la propagación de gérmenes.
De esta manera, es posible evitar el contagio de enfermedades transmitidas por los alimentos mal higienizados como el SUH o la salmonella. También deben lavarse profundamente los platos, cubiertos, y todo utensilio que se usa para la comida.
Además el lavado de manos con agua y jabón abundante debe ser frecuente antes y después de comer, lo mismo debe realizarse antes y después de ir al baño.

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