Planear la vacaciones, hacer compras de navidad, hacer el
balance del año con el cansancio acumulado convierten el último mes del año en
verdadera carrera de obstáculos. Todo esto hace que aparezcan síntomas de
estrés en las personas.
Al terminar el año, todos tienen alguna razón para
estresarse: los niños y jóvenes rinden sus exámenes finales; las empresas hacen
sus balances y un año de trabajo pesa en los hombros de muchas personas.
Incluso la navidad, una fecha para el recogimiento, se ha
convertido en un motivo de tensión. Así lo explica el director del Instituto
del estrés, Jens Bücher. "Sin lugar a duda a fin de año aumenta el estrés
y el asociado a la navidad es muy alto, y tiene que tiene que ver con el gasto
y las ofertas propias de esta fecha".
El profesional detecta en los pacientes mucho cansancio,
agobio y una especie de "desesperanza". "No usan la palabra
estrés ni están muy concientes de lo que yo quiero resumir como desesperanza:
vienen porque les duele la cabeza, pero lo que está detrás cuando comienza el
diálogo, es una carrera que no termina nunca y produce un agobio",
explica.
Según explica, los síntomas van desde el colon irritable,
alergias, gripes, resfríos, dolores de espalda y de musculatura en general.
Asimismo se presentan problemas para conciliar el sueño, insomnio y dolores de
cabeza.
La presión por cumplir
¿Y cómo se relaciona esto con la navidad? Según Bücher, se
suma a la sensación de tener que cumplir con todo y con todos. "Responde a
las demandas internalizadas del tipo 'siento que tengo que hacer tales cosas'.
Sobre todo en las mujeres hay un tener que cumplir con la familia, con mantener
estándares", observa.
De acuerdo a Bücher, tras el estrés hay un mecanismo
biológico que responde a que la persona se siente amenazada y por lo tanto, se
tensa, pero sin entender bien el porqué.
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