Parece mentira pero ya estamos en Junio, la mitad del año.
Un buen tiempo para detener el tiempo y evaluar cómo vamos. Seguramente muchos
de ustedes y yo también por supuesto, al comenzar este año el cual queríamos
que fuera más fácil que el anterior que nos golpeó muy duro, nos colocamos
metas, nos planteamos sueños y tantos objetivos que creo que es un buen momento
para poder analizar con calma.
Frente a la pregunta ¿cómo estamos?, hay un montón de
respuestas automáticas que surgen desde el alma sin pensarlas mucho, pero si lo
reflexionamos un poquito nos damos cuenta que no es tan fácil de responder.
Seguramente estamos llenos de excusas para explicar porque
ya en Junio no hemos podido hacer lo que nos habíamos planteado. Unos dirán que
es por falta de tiempo, la cual es la gran mentira nacional porque lo que en
realidad nos pasa es que tenemos otras prioridades. No es un problema de tiempo
real. Si yo le dedico una hora de mi vida, todos los días a ver las noticias,
le estoy quitando a voluntad una hora de mi vida a los que amo y eso es un tema
de prioridades y no de tiempo real.
Por lo tanto la excusa del tiempo dejémosla afuera, y
revisemos cuantas veces durante este año hemos dicho, me gustaría tal o cual
cosa, quejándonos de no hacer lo que al parecer verdaderamente queremos. Porqué
no revisamos si verdaderamente nos importan tanto, porque si es así entonces
debiéramos hacerlas y si no dejar de quejarnos, lo cual aporta a que no podamos
disfrutar como debiéramos de lo cotidiano.
Estamos a mitad de año, debiéramos poder disfrutar y sobre
todo trabajar por cumplir aquellos sueños que aparecieron al inicio de este y
que cuando celebramos el año nuevo surgieron como nobles ideales.
El cansancio que podemos sentir debemos agradecerlo como
fuente de nuestra entrega infinita a la humanidad y como parte de lo que
vinimos a hacer a esta vida pero también debemos tener claro que las
capacidades que tenemos las tenemos que usar para cumplir nuestros sueños
porque no se nos puede olvidar que vinimos a esta tierra a ser felices y que
esto es una decisión y que por lo tanto depende de cómo tomemos lo que nos pasa
y no tanto de las cosas objetivas que nos ocurren.
Aprovechemos Junio para hacer el ejercicio de detener el
tiempo y evaluar cómo vamos y que nos falta por trabajar para que cuando llegue
Diciembre, tengamos la sensación y la certeza que hemos crecido y que somos
mejores personas que al inicio de este ciclo.
¡Buena suerte!
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