La primera transmisión radial del mundo se hizo en la
Argentina
El radioaficionado Enrique Susini y sus tres amigos César
Guerrico, Luis Romero Carranza y Miguel Mujica, a quienes luego se los llamó
"Los locos de la terraza" fueron los responsables de la emisión de la
ópera Parsifal, considerada la primera transmisión radial del mundo, desde el
teatro Coliseo de Buenos Aires en la calle Cerrito y Charcas . Aquel 27 de
agosto de 1920, entre las 21 y la medianoche, nació una historia controvertida,
curiosa y apasionante que se despliega en estas páginas.
“Una audición llovida del ciclo. Parsifal a precios
popularísimos", tituló el diario La Razón del 28 de agosto de 1920 una
crónica firmada por el crítico de música Miguel Mastrogiani. La noche anterior
se había realizado la primera transmisión radial del mundo, desde el teatro
Coliseo: en directo, se emitió la ópera Parfisal, de Wagner, con dirección de
Félix Weingartner y la interpretación de la soprano argentina Sara César y el
barítono Aldo Rossi Morelli.
"...Y anoche una onda sonora onduló vermicular, de las
21 a las 24, por el espacio, como cubriendo con su sutil celaje de armonías
-las más caprichosas, ricas, grávidas de nobles emociones-, la ciudad
entera", escribió Mastrogiani.
El responsable de la transmisión fue el médico Enrique
Susini, un radioaficionado que un año antes había estado en Francia, interesado
por los equipos transmisores utilizados por el ejército francés para las
comunicaciones entre los frentes durante la Primera Guerra Mundial. De ese
material, Susini trajo a Buenos Aires algunas válvulas Pathé, con las que armó
un precario pero eficiente equipo.
Junto a César Guerrico, Luis Romero Carranza y Miguel
Mujica, formó LOR Sociedad Radio Argentina y acordó con los titulares del
Coliseo para colocar una pequeña antena en la terraza del teatro. Por esa idea,
los cuatro amigos fueron llamados "Los locos de la terraza".
Aquella noche, pocos minutos después de las nueve, unas
cincuenta personas -además de los tripulantes de un barco anclado en el puerto
de Santos, en Brasil- escucharon Parsifal en las pocas radios de galena que
existían. El presidente Hipólito Yrigoyen comentó: “Cuando los jóvenes juegan a
la ciencia es porque tienen el genio adentro".
Primera en el mundo
La emisión de la ópera Parsifal del 27 de agosto de 1920 fue
una de las tantas transmisiones radiales que por ese entonces se realizaban en
forma experimental tanto en la Argentina como en otras partes del mundo. Sin
embargo. se la puede calificar de “la primera" en el sentido de que se
trató de transmisión de una obra artística completa e inauguró la regularidad y
sistematización en el servicio; ambas, condiciones que aún no se habían
producido.
Recién el 2 de noviembre de 1920 se emitió en los Estados
Unidos el primer programa de radio, que difundió desde Pittsburg los resultados
de las elecciones presidenciales.
Radiodifusión o radiotelefonía
A pesar de ser usadas a menudo como sinónimos, las palabras
radiodifusión y radiotelefonía no significan lo mismo: la primera constituye un
modo de puesta en práctica de la segunda. En el caso de la radiotelefonía
propiamente dicha, el emisor se dirige expresa y deliberadamente a un receptor,
ya sea individualizable o no, como en el caso de las comunicaciones militares o
policiales. En la radiodifusión, en cambio, el destinatario es un público
determinado. Por consiguiente, la radiotelefonía permite que el emisor reciba
respuesta del receptor; en la radiodifusión, el mensaje que se emite es
unidireccional, ya que el receptor no puede responder por medio del mismo
canal.
Aniversario con medallas
En agosto de 1970, al cumplirse 50 años de la primera
transmisión radiofónica, Susini, Romero Carranza y Guerrico recibieron el
homenaje del gobierno nacional, que les entregó medallas recordatorias e
instituyó al 27 de agosto como el Día de la Radiodifusión.
Un ‘speaker’ con varias identidades
Enrique Susini y sus tres amigos, un mes después de la
primera transmisión, y finalizadas las funciones del teatro Coliseo, realizaron
emisiones especiales en las que, además de ser el speaker, Susini cantaba en castellano,
francés, alemán, italiano y ruso. Para disimular un elenco tan reducido, se
cambiaba de nombre para cada idioma.
Más de la pionera
Un año después de la primera emisión, Radio Argentina ya
transmitía regularmente desde varios teatros de la ciudad. El 12 de octubre
1922 se realizó la primera emisión radiofónica de la asunción de un presidente
argentino: Marcelo Torcuato de Alvear.
La Radio Argentina de Susini también fue pionera en otros
aspectos: fue la primera en Propalar un noticiario, formar un equipo de
locutores y ser inscripta como empresa en un registro internacional, al obtener
la primer patente de marca en su tipo anotada y reconocida por la UIT en todo
el mundo.
En 1922, la antena se trasladó a la terraza de la casa de
remates de Guerrico y Williams, en Carlos Pellegrini al 1000.
Las primeras competidoras
En diciembre de 1922, en tres días consecutivos se crearon
tres estaciones radiales que salían a competir el aire con Radio Argentina:
Radio Cultura -cuyo transmisor funcionó primero en el Plaza Hotel y luego en la
esquina de Canning y Alvear (hoy Avenida del Libertad)-, Radio Sud América -que
transmitía desde el edificio Roverano, en Avenida de Mayo, frente a La Prensa-,
y TCR Radio Brusa, cuyo estudio estaba en la avenida Corrientes al 2000.
En 1923, a las cuatro estaciones de radio instaladas en
Buenos Aires se sumó TFF Grand Splendid Theatre, propiedad del ingeniero
Antonio Devoto, cuyo estudio funcionaba en la avenida Santa Fe al 1800, en el
mismo edificio del teatro Grand Splendid, convertido luego en cine.
La efímera Asociación de Broadcasting
En 1924 un grupo de industriales, comerciantes e
importadores del ramo radioeléctrico constituyeron la Asociación Argentina de
Broadcasting, con el objetivo de fortalecer el interés público por la radio.
Además, la entidad ayudó financieramente a Radio Sud América y Radio Argentina,
que pasaban por graves dificultades económicas que ponían en peligro su
permanencia en el aire. Esas subvenciones determinaron que ambas emisoras
cambiaran sus nombres, pasando a llamarse LOZ Radio Monte Grande de la
Asociación Argentina de Broadcasting y LOR Asociación Argentina de
Broadcasting, respectivamente. Finalmente, ante la falta de recursos surgidos
de la publicidad, ambas emisoras volvieron a entrar en una etapa crítica. A
fines de ese mismo año, la ex Radio Sud América desapareció. Radio Argentina,
por su parte, recuperó su denominación original y comenzó a funcionar con una
sencillez inimaginable: toda la estación dependía de Adolfo Cirulli, un joven
de 17 años que cumplía las tareas de anunciador, director técnico, operador y
jefe de publicidad.
La Asociación Argentina de Broadcasting fue disuelta en
febrero de 1925.
Firpo, Dempsey y Yupanqui
El 14 de septiembre de 1923 marcó lo que sería considerada
la gran noche de la radio argentina": el Toro Salvaje de las Pampas, Luis
Ángel Firpo, se enfrentó con Jack Dempsey en la pelea del siglo". El
combate -el primero en que un boxeador argentino disputaba un título mundial-
fue transmitido por Radio Sud América, aunque en realidad sólo se trató de la
lectura de cables informativos. Los porteños se reunieron frente a las pizarras
del diario Crítica, desde donde siguieron la pelea propalada a través de altavoces.
Para amenizar la espera durante las inevitables
interrupciones, actuó un dúo campero de guitarra y voz, integrado por un tal
Rodríguez, oficial del Ejército, y un joven de la provincia de Buenos Aires
llamado Chavero, quien años más tarde entraría en la cultura popular con el
nombre de Atahualpa Yupanqui.
Al finalizar el combate, el locutor enfrentó la indignación
de los aficionados exclamando: “¡Luis Ángel Firpo, el futuro campeón mundial de
todos los pesos, perdió por KO en el segundo round!".
Aviso “estrictamente morales”
En 1923, el intendente de Buenos Aires, Juan Barnetche,
otorgó a Federico Del Ponte, propietario de Radio Cultura, el permiso para
instalar una radio para difusión de audiciones artísticas intercalándose avisos
de propaganda comercial estrictamente morales". Los primeros avisos
emitidos por Radio Cultura fueron de perfume, medias Manon, automóviles Packard
y el Trust Joyero, que anunciaba el top de la hora. Por aquellos días el sonido
característico se daba golpeando una cacerola, hasta que finalmente el
anunciante envió al estudio un gran reloj de pie.
Al principio, los avisos comerciales eran leídos por
speakers. Más tarde se produjeron los primeros jingles y eslonganes: Aperital
Delor, Geniol, Jabón Federal, "Casa Lamota, donde se viste Carlota",
"Casa Muñoz, donde un peso vale dos". La sastrería Belfast, de
Esmeralda 55, hablaba de los dos cinco juntitos".
La hora oficial
En los años veinte, Radio Argentina inauguró la costumbre de
anunciar los cuartos de hora, las medias horas y las horas emitiendo un gong,
que se lograba golpeando una lata de aceite. Poco tiempo después, Radio Cultura
incorporó el anuncio de la hora, aunque en este caso el gong se conseguía con
el golpe de un martillo contra una sartén colgada en la pared del estudio. En
Radio Nacional, el técnico Jenaro Tínelli inventó un sistema compuesto por
cinco botellas sincrónicamente cargadas de arena unas y de agua otras.
En todos los casos, se hablaba de la hora
"oficial", aunque no era exactamente así. Entre una y otra emisora
solían haber importantes diferencias de minutos. Tiempo después, el
Observatorio Naval puso en el aire una señal acústica indicadora de las medias
horas y las horas en punto. A partir de ese momento, las emisoras comenzaron a
utilizar sus rudimentarios gongs para acompañar su señal identificatoria y
luego los reemplazaron por xilofones o triángulos.
Los nombres
En 1925, el Ministerio de Marina impuso a las emisoras el
uso de características. Así, las emisoras que funcionaban en ese momento
pasaron a llamarse LOY Radio Nacional, LOX Radio Cultura, LOR Radio Argentina,
LOV Radio Brusa y LOW Grand Splendid. En 1929, estas características fueron
cambiadas por dos letras y un número, con lo que nacieron las que se conservan
hasta hoy. El 1934 se puso en vigencia la reglamentación que obligaba a las
emisoras a intercalar la palabra “radio” entre la características y el nombre
de la emisora.
Cursos radiales
En 1925, Radio Cultura emitió el primer curso radial de la
historia: se trataba de clases de gimnasia, apoyadas por la revista Radio
Cultura, que complementaba las explicaciones del profesor con ilustraciones.
Tres años después, las radios Grand Splendid y Telefunken Service incorporaron
cursos similares. Grafología por Broadcasting La Nación, radiotelegrafía y
baile por Radio Cultura, y guitarra por Radio Mayo eran otras de las ofertas de
finales de los años veinte, además de los idiomas: francés por Radio Brusa y
radio El Abuelito, e inglés por La Voz del Aire.
"Critica" entró en la radiofonía
En noviembre de 1925, mediante un convenio entre el diario
Crítica y LOR Radio Argentina, esta emisora pasó a denominarse LOR Broadcasting
de Crítica. Así, el diario de Botana se hizo cargo de la explotación de la
radio, manteniendo en la dirección a Susini, Mujica, Guerrico y Romero
Carranza. En su portada, el vespertino anunciaba: "Por primera vez en el
mundo un diario -debía ser Crítica, aunque La nación compró ese año su propia
radio- prolongará sus informaciones en una poderosa estación de radiotelefonía".
Poco más de un año más tarde, la emisora volvió a sus dueños originales,
quienes de inmediato la vendieron a Radio Prieto.
La radio del abuelito
En 1928, el actor Federico Mansilla se convirtió en director
de la flamante LOF El Abuelito, que transmitía desde San Pedrito al 100. En sus
comienzos, Mansilla había sido recitador y monologuista y figura principal de
una de las primeras compañías que actuaban en Radio Fénix. En esos tiempos,
Mansilla personificaba a El abuelito, un anciano que, a través de sus diálogos
con su secretario o con "el tío Jorge", ofrecía sabios consejos a los
oyentes. Este personaje fue el atractivo principal de la emisora que llevó su
nombre. A pesar de haber tenido una muy buena recepción, sobre todo entre el
público infantil, LOF El Abuelito desapareció dos años después de su creación.
La elección del modelo
“En los años treinta, la cultura inglesa contaba con un gran
prestigio en la sociedad argentina, al tiempo que Gran Bretaña le ganaba la
partida a los Estados Unidos en casi todo el mundo. Sin embargo, la actividad
radial en la Argentina había nacido y se había estructurado como empresa
privada, con emisión centralizada en Buenos Aires y financiada mediante la
publicidad, una configuración que reproducía la experiencia estadounidense. Por
otro lado, la actividad fue desde su comienzos un foco de gran interés para las
grandes corporaciones norteamericanas instaladas en la Argentina. A medida que
se ponían en práctica las reglamentaciones que permitían al Estado controlar la
actividad radiofónica, los sectores que soñaban con una configuración al estilo
de la BBC comenzaron a acallar sus reclamos.
"En los primeros años de la década del treinta, el
proceso de industrialización amplió considerablemente el mercado publicitario,
con lo que el modelo inglés basado en una entidad nacional de carácter público
sin publicidad cedió ante la variante estadounidense, basada en redes privadas
financiadas por la venta de espacios."
(De Radio y poder en la Argentina 1920-1953, por Rosa M. B.
de Russovich y María Luisa Lacroix. UNLZ.)
Las pioneras de las provincias
La primera emisora nacida fuera de los límites de la Capital
Federal fue la actual LT3 Radio Cerealista de Rosario, provincia de Santa Fe,
inaugurada el 4 de octubre de 1923. Dos años más tarde se inauguró la primera
emisora cordobesa, Radio Lutz y Ferrando. En 1927 comenzó sus transmisiones la
antecesora de la actual LT8 Radio Rosario, llamada entonces Radio Colón o Radio
Millelot. Ese mismo año nació la radio de la ciudad bonaerense de Azul. En 1928
le llegó el turno a la provincia de Tucumán, con la inauguración de la actual
LV7 Radio Tucumán. En 1930 existían ya alrededor de 20 emisoras distribuidas en
el interior del país.
El armado de redes
“La emisora que en 1924 se inició como LOY Radio Nacional
fue adquirida al año siguiente por un inmigrante dueño de un negocio de
receptores, Jaime Yankelevich. Por exigencias de diversas regulaciones su
nombre definitivo fue LR3 Radio Belgrano. En los años treinta, las revistas
especializadas llamaban "el Palacio" a la sede de la emisora, desde
donde se ofrecía una programación dirigida a grandes públicos. Belgrano fue la
primera radio que armó comercialmente su red.
"Editorial Haynes, propietaria de un matutino y varias
revistas, inauguró en 1935 LRI Radio El Mundo, que rápidamente armó la célebre
Red Azul y Blanca, a través de importantes acuerdos con varias emisoras del
interior del país.
"Entre 1940 y 1941 se agregó una tercera red, Rades,
centralizada en LR4 Radio Splendid, que se benefició con el legalizado tralado
al interior de las emisoras capitalinas Sarmiento, Ultra, Cultura y Stentor, a
Rosario, Córdoba, Bahía Blanca y Mendoza, respectivamente.
"A pesar de los reparos parlamentarios y las criticas
de sectores conservadores representados por el diario La Nación, esas cuatro
radios porteñas fueron trasladadas al interior como participantes de Rades,
mientras las otras dos cadenas se institucionalizaban con la aprobación
gubernamental."
(De Radio y poder en la Argentina 1920-1953), por Rosa M. B.
de Russovich y María Luisa Lacroix. UNLZ.)
El primer relato
El 28 de septiembre de 1925 se enfrentaron las selecciones
uruguaya y argentina de fútbol, en el estadio de Sportivo Barracas. La
transmisión estuvo a cargo de Horacio Martínez Seeber -quien se ocupó de la
operación técnica, la locución y los comentarios- y del relator Atilio Cassime,
periodista del diario Crítica. Las expectativas se frustraron a los cuatro
minutos de juego, cuando el partido debió ser suspendido a raíz de que el
público invadió la cancha. Cuatro días después se completo el encuentro, que ganó
Argentina dos a uno.
Noticias
Enrique Maroni -autor de las letras de La cumparsita y
Cicatrices- inició en 1927, por Radio Splendid, la lectura de diarios. Ya en
los años treinta, muchas emisoras radioteatralizaban las noticias: "Ronda
policial, por Radio Porteña, ha agregado a la dramatización diaria noticias de
policía que tienden a prevenir al público sobre la delincuencia",
informaba Antena a comienzos de 1936.
Un año antes había empezado a funcionar la primera agencia
radial de noticias, Andi, que también apelaba a la participación de los oyentes
premiando la información más importante. Mediante este procedimiento, un vecino
de Mataderos transmitió por teléfono el tiroteo que terminó con la vida de El
pibe cabeza.
Los grandes diarios -en especial La Prensa- criticaban el
rol informativo de las radios, ya que consideraban que se trataba de un derecho
fundamental de la prensa escrita.
Hacia las postrimerías de la primera década de
funcionamiento de la radiodifusión en nuestro país, un recorrido por el dial
porteño permitía sintonizar – de izquierda a derecha- estas quince estaciones:
LS6 Radio del Pueblo
LS8 Radio Sténtor
LS2 Radio Prieto
LR8 Radio París
LS5 Radio Rivadavia
LR9 Radio Fénix
LR4 Radio Splendid
LR3 Radio Belgrano
LR2 Radio Argentina
LR6 Radio La Nación
LR5 Radio Excelsior
LR10 Radio Cultura
LS1 Broadcasting Municipal
LS4 Radio Porteña
LS5 Radio Mayo
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