Por: Andrés I. González
Las organizaciones son conjuntos de personas que se
relacionan de múltiples maneras y desempeñan distintos roles. Estudiando la red
social de nuestra empresa, podremos obtener poderosos puntos de vista para
potenciar la innovación, mejorar la asignación de recursos, facilitar la
resolución de problemas, y fomentar la capacidad de cambio y el compromiso
organizacional...
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03-11-2009 | Estamos viviendo en tiempos de muchos opuestos.
Se espera que las organizaciones existan globalmente pero actúen localmente,
que sean innovadoras pero que también obtengan beneficios en el corto plazo,
que estén más cerca del cliente y generen relaciones duraderas pero que, a la
vez, optimicen sus presupuestos de marketing, capacitación, etc.
En este escenario de (post) crisis económica, debemos
comprender que el mundo organizacional difícilmente volverá a ser como antes.
Habrá muchas y nuevas exigencias tanto externas (organismos
de control más exigentes, clientes más demandantes, proveedores más
globalizados) como internas (nuevas competencias y habilidades requeridas para
hacer frente a las exigencias externas, recambio generacional de líderes,
estructuras organizacionales más delgadas e integradas globalmente, etc.)
De este breve análisis se desprenden dos necesidades
críticas:
1) La organización tendrá que ser permeable e invitar a sus
clientes y proveedores a jugar su mismo juego (bajo el concepto de
"socios")
2) El conocimiento interno deberá permanecer, compartirse y
renovarse más allá de las personas y las geografías
Así, las redes sociales surgen como un excelente vehículo
para gestionar ambas necesidades en pos de un desempeño organizacional
superior.
Pero, ¿qué es una red social?
Se trata de un sistema dinámico, complejo y abierto que
cuenta con muchos interlocutores y vínculos, pero no por ello complicado ni
imposible de gestionar.
Las redes sociales ya existen en todas las empresas, aunque
no todas son conscientes de ello ni pueden visualizarlas.
Si somos capaces de conocer y visualizar la salud de la red
social actual de nuestra organización, podremos identificar el grado de
vinculación entre los miembros.
A diferencia de un organigrama, que nos muestra a las
personas ordenadas por nivel jerárquico, un mapa de red nos revela que las
relaciones son mucho más interactivas.
Y esto nos permite descubrir quiénes desempeñan una serie de
roles clave para el alto desempeño:
El facilitador: Es la persona experta en vincular a gente con
otra gente.
Los referentes: Son los expertos en diversas áreas de
contenido y ofician como tales para el resto de las personas.
Los periféricos: Son quienes, por diversos motivos,
permanecen aislados del vínculo social de la organización.
Las redes sociales ofrecen vinculación, identidad y
pertenencia, por lo que es clave poder identificar los roles en cada
organización y sumar a la red a los contactos externos de confianza.
Así, observar a la organización desde la perspectiva de su
red social nos permite saber quién es quién. Y esto nos brinda poderosos puntos
de vista para potenciar la innovación, mejorar la asignación de recursos,
facilitar la resolución de problemas, y fomentar la capacidad de cambio y el
compromiso organizacional.
En definitiva, el análisis de redes es una herramienta vital
para ayudar a los líderes a resolver las demandas opuestas que pesan sobre su
organización.
La red social ya existe en nuestra empresa. ¿Somos capaces
de visualizarla? Es tiempo de comenzar a gestionarla a nuestro favor.
Fuente: Materia Biz
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