La Organización de las Naciones Unidas proclamó el
22 de Mayo como el “Día Internacional de la Diversidad Biológica” para aumentar
la comprensión y el conocimiento de las cuestiones relativas a la
Biodiversidad.
Proclamado en primera instancia por la Segunda Comisión de la
Asamblea General de la ONU a fines de 1993, el 29 de diciembre, fecha de
entrada…La supervivencia de la biodiversidad y los ecosistemas costeros y marinos son vitales para el bienestar nutricional, espiritual, social y religioso de muchas comunidades costeras. Pero incluso para los muchos millones de personas que creen no tener vinculación con el océano, los ecosistemas y la vida salvaje marina les proporcionan todo tipo de beneficios.
De 2000 a 2010, una colaboración científica mundial sin precedentes trata de averiguar cuántas formas de vida existen en el mar. Bajo el nombre de «Censo de la Vida Marina», 2.700 científicos de 80 países han llevado a cabo 540 expediciones alrededor del planeta en las que han estudiado la superficie del mar, sondeado las más profundas y oscuras profundidades marinas, navegado los mares tropicales y explorado los extensos océanos helados del Ártico y el Antártico.
Cuando se acabó el Censo, se habían añadido 1.200 especies a la lista de la vida marina mientras se examinan otras 5.000 para determinar si son nuevas. El número de especies conocidas (las que han sido identificadas y las que esperan su clasificación) asciende ahora a 250.000 como consecuencia directa del Censo. (Ese total no incluye algunas formas de vida viral y microbiana). En su informe final, el equipo del Censo sugiere que puede existir al menos un millón de especies. Algunos creen que la cifra puede ser incluso el doble.
Mensaje del Secretario General para el Día Internacional de la Diversidad Biológica 2012
Los océanos cubren casi tres cuartas partes de la superficie de la Tierra. Albergan al animal más grande del que se haya tenido noticia en el planeta, la ballena azul, así como a miles y miles de millones de los microorganismos más diminutos que existen. De las costas de arena a las profundidades insondables del mar, los océanos y litorales sustentan un rico entramado de vida del que dependen las comunidades humanas. Los productos pesqueros representan más del 15% del consumo de proteínas de origen animal en el mundo. Los ecosistemas de los océanos y las zonas costeras ofrecen servicios inestimables, desde atraer el turismo hasta proteger de las tormentas. Los minúsculos organismos vegetales fotosintetizadores conocidos como fitoplancton aportan el 50% del oxígeno de la Tierra.
Sin embargo, a pesar de su importancia, los humanos no hemos cuidado bien de la biodiversidad marina, a la que se dedica el Día Internacional de la Diversidad Biológica de este año. La sobreexplotación comercial de los bancos de peces del mundo alcanza niveles preocupantes. Muchas especies han quedado reducidas a una mínima parte de su población original. Se han agotado más de la mitad de los bancos de peces del mundo y otro tercio se ha visto diezmado. Se estima que entre el 30% y el 35% de los principales ecosistemas marinos, como las praderas marinas, los manglares y los arrecifes de coral, han sido destruidos. Los restos de plásticos continúan matando la flora y la fauna marinas y la contaminación procedente de tierra firme está creando zonas de aguas costeras que prácticamente carecen de oxígeno. Añadido a todo esto, el incremento del uso de combustibles fósiles repercute en el clima mundial y aumenta la temperatura de la superficie del mar, el nivel de las aguas y la acidez de los océanos, con consecuencias que apenas estamos comenzando a apreciar.
Pero hay esperanza. Un estudio científico realizado en 2011 demostró que, a pesar de todo el daño ocasionado a la vida salvaje y los hábitats marinos en los siglos pasados, entre un 10% y un 50% de las poblaciones y los ecosistemas consiguieron recuperarse en cierta medida al disminuir o desaparecer las amenazas humanas. Sin embargo, si los comparamos con los de tierra firme, donde casi un 15% de la superficie tiene algún tipo de protección, poco más de un 1% de los ecosistemas marinos están protegidos.
Últimamente se están realizando algunos avances, particularmente con el establecimiento de amplias reservas marinas y la documentación de zonas de valor ecológico o biológico en alta mar y las profundidades marinas. En este Día Internacional de la Diversidad Biológica, con la mirada puesta en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20) del mes de junio, debemos reafirmar nuestro compromiso de seguir hacia delante.
Río+20 debe impulsarnos a mejorar la ordenación y conservación de los océanos mediante iniciativas desde las Naciones Unidas, los gobiernos y otros asociados para poner freno a la pesca excesiva, ampliar las zonas marinas protegidas y reducir la contaminación de los océanos y los efectos del cambio climático. Si tomamos medidas a nivel nacional, regional y mundial, como la de aumentar la cooperación internacional, podemos cumplir la Meta de Aichi para la Diversidad Biológica de conservar el 10% de las zonas marinas y costeras para 2020, un paso crucial en la protección de la bbiodiversidad marina para el futuro que deseamos.
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