miércoles, 29 de mayo de 2013

La perseverancia



La perseverancia es tan importante para el éxito como la gasolina para el auto. Claro que habrá oportunidades en que sentirá que las ruedas giran en vacío, pero siempre podrá volver a tierra firme con perseverancia. Sin ella, ni siquiera será capaz de poner en marcha el motor.

Lo contrario de la perseverancia es la dejadez. Perseverancia quiere decir que uno nunca abandona. La dejadez normalmente quiere decir que uno nunca empieza, aunque la incapacidad de terminar algo también es una forma de dejadez.

Pregúntenle a las personas porqué posponen la acción, y frecuentemente oirán algo así como: "Soy un perfeccionista sin remedio. Todo tiene que estar perfecto antes de que me ponga a trabajar. Sin distracciones, sin ruidos, sin llamados telefónicos que me interrumpan, y por supuesto, también me tengo que sentir bien! No puedo trabajar si me duele la cabeza."
            
La otra punta de la dejadez - ser incapaz de concluir algo - también tiene una explicación perfeccionista: "Nunca estoy satisfecho. Yo soy mi crítico más severo. Simplemente no puedo considerar que terminé hasta verificar que todas las íes tengan su punto y todas las tes tengan su rayita cruzada. Es así como soy, y es difícil que cambie alguna vez."
           
Ven lo que está pasando? Una falla se está haciendo pasar por una virtud. El perfeccionista nos dice que sus estándares son simplemente demasiado elevados para este mundo. Este síndrome de falla-disfrazada-de-virtud es una defensa común cuando se confronta a la gente con sus faltas de resultados, pero, al fin y al cabo, es solamente una forma más de poner excusas.
            
Ciertamente no tiene nada que ver con lo que realmente hay detrás de la dejadez. Recuerde, la base de la dejadez puede ser el temor al fracaso. esto es lo que realmente es el perfeccionismo, cuando uno lo mira de cerca. Cuál es la diferencia entre estar paralizado por el temor de ser menos que perfecto, o por el temor a cualquier otra cosa? De ambas maneras el temor lo paraliza. Cuál es la diferencia entre el nunca empezar y el nunca acabar? De ambas formas estás inmovilizado. De ambas maneras no vas a ninguna parte. Todavía estás sobrecogido por la tarea que te espera.  Todavía estás permitiendo que te domine una visión negativa del futuro, en la cual te ves siendo criticado, ridiculizado, castigado o expulsado. Por supuesto, esta visión negativa del futuro es en realidad un mecanismo que te impide hacer nada. Es una herramienta mental muy conveniente.
            
Voy a contarle como superar la dejadez. Voy a mostrarle como convertir la dejadez en perseverancia, y si hace lo que le sugiero, el proceso será indoloro. Incluye el uso de dos principios muy poderosos que promueven la productividad y la perseverancia en vez de la pasividad y la dejadez.
             
El primer principio es: 

DIVIDALO.
No importa qué es lo que quiera lograr, sea escribir un libro, escalar una montaña o pintar un casa, la clave del logro es su habilidad de dividir la tarea en fragmentos manejables y atacarlos de a uno por vez. Enfóquese en
terminar lo que tiene enfrente en este instante. Ignore lo que le espera después. Reemplace la visualización negativa del futuro por el pensamiento positivo en tiempo presente.
              
Esta es la primera técnica fundamental para terminar con la dejadez. Suponga que se le pida escribir una novela de 400 páginas. Si usted es como la mayoría, esto le sonaría como una misión imposible. Pero suponga que le hago una pregunta  diferente.

Suponga que le pido escribir una hoja y cuarto por día, durante un año. Podría hacerlo? Ahora la tarea parecería ser más manejable. Estamos dividiendo el libro de cuatrocientas páginas en porciones manejables.  Aún así, sospecho que la mayoría de las personas lo encontrarían intimidante. Sabe porqué? Escribir una página y cuarto por día no parece tan terrible, pero le están pidiendo que prevea todo un año! Cuando se le obliga a la gente a comprometerse por tanto tiempo, muchos automáticamente empiezan a pensar en forma negativa.
              
Déjeme entonces reformular la idea de escribir el libro de otra forma. Vamos a dividirla aún más. Supongamos que le pregunte: puede usted llenar una hoja y cuarto con palabras - no por un año, no por un mes, ni siquiera por una semana, sino sólo por hoy? No piense más allá de eso.
              
Creo la mayoría de la gente podría declarar con confianza ser capaz de la tarea. Por supuesto, esa es la misma gente que se declararía totalmente incapaz de escribir un libro. Y si yo les pregunto a esas mismas personas mañana-si les dijese: no quiero que pienses en ayer, ni pienses en mañana, sólo quiero que llenes una página y cuarto este mismo día - pensaría Ud. que serían capaces de hacerlo?

Un día a la vez. Todos escuchamos esa frase. Eso es lo que estamos haciendo aquí. Estamos dividiendo el tiempo requerido para una tarea de gran tamaño en segmentos de un día, y estamos dividiendo el trabajo de escribir un libro de cuatrocientas páginas en incrementos de página y cuarto. Continúe así por un año, y el libro estará escrito.
              
Disciplínese Ud. mismo para no mirar hacia adelante ni hacia atrás, y podrá Ud. lograr cosas que nunca imaginó que sería capaz de lograr. Y todo comienza con una sola palabra. Divídalo.

             
Mi segunda herramienta para vencer la dejadez también es de una sola palabra. Esa palabra es:
              
ESCRÍBALO
Sabemos qué importante es el escribir para ponerse metas. El escribir que va usar para derrotar la dejadez es muy similar. En vez de enfocarse en el futuro, sin embargo, usted va a escribir sobre el presente a medida que lo experimenta cada día. En vez de describir lo que usted desea hacer en el futuro, o los lugares que va a visitar, usted va a asentar lo que realmente esté haciendo con su tiempo, y va a mantener un registro escrito de los lugares a los que está yendo en la actualidad.

En otras palabras, usted va a mantener un registro diario de sus actividades. Y usted se sorprenderá de las distracciones, desvíos, y pérdidas de tiempo en las que se acopla en el transcurso del día. Todas ellas se interponen en el camino hacia el logro de sus objetivos. Para mucha gente, es casi como si lo hubieran planeado de esa forma, y tal vez lo hayan hecho en algún nivel subconsciente.
                
Lo mejor de llevar un registro diario de tiempos es que logra sacar todas estas cosas a la luz. Te fuerza a ver lo que en realidad estás haciendo..... y lo que no estás haciendo.
              
El diario de tiempo no tiene que ser nada elaborado. Sólo compre un pequeño anotador de espiral de los que se llevan fácilmente en el bolsillo. Cuando vaya a almorzar, mientras esté viajando en automóvil, o en ómnibus, cuando va de compras o al lavadero de ropa, mientras hace una pausa junto a la máquina fotocopiadora, haga una anotación rápida de a qué hora comenzó la actividad y a qué hora la terminó.
              
Trate de hacer la anotación lo más rápido posible; si es poco conveniente hacerla en el momento, hágala más tarde. Pero debería hacer mínimo una anotación cada treinta minutos, y mantener el diario por una semana.

Divídalo. Anótelo. Parecen técnicas demasiado simples. Pero que no le engañen: son técnicas de productividad poderosas y efectivas. Así es como se termina con la dejadez. Así es como uno se pone en movimiento.

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