Aunque el Día Mundial del Libro es el 23 de abril, en la
Argentina tenemos también un Día Nacional del Libro, celebración que comenzó en
Argentina el 15 de junio de 1908 como Fiesta del Libro
Esta celebración comenzó en Argentina el 15 de junio de 1908
como “Fiesta del Libro”. Ese día se entregaron los premios de un concurso
literario organizado por el Consejo Nacional de Mujeres.
La revolución del Libro
Las tablas de arcilla o bajorrelieves en diferentes piedras
fueron los primeros soportes. A los egipcios les corresponde el invento del
papiro, una especie de papel fabricado con una planta que crecía a orillas del
Nilo. Las láminas de papiro medían hasta 49 cm de largo y 20 cm de ancho. Se las
enrrollaba y lo usaban los escribas para asentar sus escritos. Los chinos
aportaron un soporte mucho más perdurable: el papel. Este invento aparece en
los registros históricos en el año 105 d. c., pero es sin duda más antiguo. El
pergamino fue el sistema usado en Europa durante la Edad Media y tenía la
ventaja de que se podía escribir de las dos caras. Se agrupaba en varios
pliegos y se cosía formando los códices, que poco a poco fueron constituyendo
lo que hoy se conoce como un libro. En esta evolución el impacto más decisivo
para la humanidad fue la aparición de la imprenta. En los comienzos de la
imprenta se utilizaban los incunables, pero hacia el siglo XVI se dejaron de
usar. Con la imprenta llegó la democratización del acceso al saber: hoy es
difícil imaginar un mundo en donde se usara en forma casi exclusiva la
narración oral para comunicar experiencias e impartir educación. En definitiva:
hoy no se puede negar que el avance de la ciencia y de la tecnología habría
sido imposible sin la existencia del libro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario